El vengador fantasma

El Vengador Fantasma es la adaptación al cine del comic de Marvel Ghost Rider, en el que un motociclista hace un pacto con el Diablo para curar a su padrastro y queda en su deuda, viendose obligado a servirle como matón. La pelicula cambia sólo sutilmente la historia para adaptarla a un largo aceptable (que igual resulta demasiado).
Es la tercera pelicula del director y escritor Mark Steven Johnson y su segunda adaptación de un comic (la primera fue Daredevil). De hecho Ghost Rider y Daredevil ya tenían cierta historia en común, siendo que Ghost Rider originalmente iba a ser un villano en el comic de Daredevil hasta que decidieron que era lo suficientemente potente como para tener su propia historieta.
Johnny Blaze es un joven motociclista acrobático cuyo padre está muriendo de cáncer. Sin la menor provocación, aparece el mesmisimo Diablo a ofrecerle la salud de su padre por su alma. Casi sin querer acepta, sólo para ser engañado y verse obligado a abandonar a su joven amada y a esperar el momento de cumplir con su parte del trato. ¿Cual es su parte? Ser el brazo armado del demonio y mantener a raya a quien quiera escapar del infierno.
La pelicula comienza como un spaghetti western fantástico y se mantiene durante toda la presentación de todos los personajes. Cada uno tiene su momento en que su personalidad y sus intenciones se definen. Los buenos y los malos (aunque los buenos sean el Diablo y una calavera en llamas) están bien definidos y separados. Pero siendo que es una historia de origen, como la mayoria de las peliculas de superheroes de estos tiempos, no encontramos a Ghost Rider en acción, sino que todavía debe descubrir qué le sucede, establecer las reglas y tomar control de sus poderes. Y es ahí donde la pelicula se olvida de su ambiente de spaghetti western y no lo retoma hasta el final. Comenzamos a pasar mucho tiempo con Johnny Blaze y poco tiempo con Ghost Rider.
Los villanos son aparentemente muy malos: el hijo envidioso del Diablo con un trio de fugitivos del infierno que han estado siglos escondiendose en los elementos. Blackheart, el hijo del Diablo, quiere recuperar un contrato demoníaco que le permitirá traer el infierno a la tierra y desplazar a su padre. Aunque es confuso cómo es que este contrato lo ayudará a hacerlo, no importa demasiado. Y no dejará a nadie vivo en su camino. Lo único que se pone en su camino son Papi y su matón, nuestro héroe.
Pero Blackheart no parece preocuparse demasiado, simplemente manda a uno de sus matones con confianza cada vez que se cruzan. Y aquí surge el problema con los malos: son facilisimos de vencer. Cada vez que uno se planta frente a nuestro heroe, él lo despacha sin mucho esfuerzo.
Asi es cómo nos quedamos con las ganas de ver más Ghost Rider en acción. Pasa más tiempo escapando de la policia y haciendo chistes que mandando almas condenadas de vuelta al infierno. La mayoría del tiempo estamos con Johnny Blaze y su mentor tratando de descifrar que está sucediendo. Incluso el último enfrentamiento es corto y es protagonizado principalmente por Blaze y no su alter ego.
Es una pelicula entretenida que no escapa demasiado de la fórmula de una pelicula de superheroes. Lamentablemente, esta vez nos quedamos con las ganas de ver al superheroe en acción.